
Hogar de Asís
La Carolina
El pasado mes de septiembre llegó al refugio una cachorrilla con alta fiebre debido a la infección de las heridas que supuraban en sus orejas y rabo, estaba muy delgada, llena de miseria y con la mirada triste y asustada de quien, con tan solo cinco meses, ya había conocido el terror. La brutal “costumbre” de cortar las orejas y el rabo a un ser vivo sigue practicándose en el siglo XXI en nuestra tierra entre cazadores y rehaleros; lo hacen fríamente, con una navaja, sin anestesia, sin suturar las heridas, con la soberbia del que ignora el dolor de los demás y, además, no le importa. Afortunadamente, la escasa ley de Protección animal que hay, hoy por hoy, en nuestro país, prohíbe esta práctica incluso realizándola un veterinario. No dudamos en denunciar el hecho y el equipo de investigación de La Guardia Civil ha demostrado una vez más el empeño y eficacia en hacer su trabajo con el compromiso que los caracteriza, gracias a ellos ha sido detenido el presunto autor del maltrato que ahora espera a ser juzgado. Ilenia, como hemos llamado a la perrilla, ha curado sus heridas con el tratamiento del veterinario y el cariño de los voluntarios y ya corre feliz esperando una familia responsable que le haga olvidar tan atroz experiencia.

